En estos días uno de mis amigos me agradeció mucho la amistad y la forma en que lo trataba, debido a que el profesaba una de las religiones mas polémicas de la historia humana, y me pregunto que el tenia la curiosidad de cómo yo era capaz de hacer eso por el, siendo que mi religión era caso contrario.
Yo solo pude responderle que las religiones no tenían nada que ver con las personas, que yo respetaba, amaba y compartía con las personas por su forma de ser, no por la religión que profesaban.
Y que en cuanto a mi religión aunque se hable y se diga mucho de ella, a mi me da la libertad de creer en lo que yo quiera creer de ella, ya que a mi no me sometía a cumplir con lo que me pedía, si no que de una u otra forma me dejaba hacer lo que yo creyera conveniente aunque no fuera lo correcto.
Yo odio la forma en como las personas discriminan a sus semejantes, ya sea por una religión, un color de piel, o por que no compartimos las mismas capacidades para realizar ciertas cosas.
Y creo que todas las religiones y no religiones terminan siendo lo mismo, “algo en que creer”, el ser humano no puede vivir sin creer en nada, hasta los que se hacen llamar ateos creen en algo, ya sea en sí mismos, o en algún objetivo o en lograr algo, pero creen; Y sea lo que sea por lo que alguien crea, eso es su Dios para cada uno de nosotros, de allí nace el amor, las esperanzas y la fe.
Cada quien elige la religión que profesar o quizás no, o decidir simplemente a no profesar ninguna, pero todos nacimos para vivir en un mismo sitio y compartimos el mismo espacio y el mismo aire, así que no veo el por que deberíamos de tratarnos diferente.
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